Sean abiertos, sensibles y democráticos.

Puedan convivir con la diversidad (personalidad, costumbres, hábitos, sexo, niveles socioeconómicos, valores, religiones) y la respete.

Sean críticos, autónomos y no dependientes.

Tengan posibilidad de cambiar, de comprometerse, de cooperar y de crear.

Puedan realizar acciones cooperativamente.

Estén en contacto activo con el mundo.

Sepan escuchar y ser escuchados.

Aprendan a proponer y se comprometan con la propuesta.

Puedan situar y reconocer problemas, informarse sobre ellos, buscar su solución o los medios más adecuados para resolverlos.

Pongan a prueba las explicaciones y los resultados y que aprendan a esperar esos resultados.

Valoren el trabajo y el esfuerzo.

Reconozcan sus errores y aprendan de ellos.

Sean mayordomos fieles de la Creación y se comprometan en su cuidado.

Aprendan a vivenciar la fe cristiana.

Puedan reconocer y expresar lo que piensan y lo que sienten.

Participen activamente en la comunidad, como ciudadanos responsable.